Siempre se ha dicho que durante las dificultades se demuestra la pasta de la que están hechas las personas o los sistemas. Las personas que demuestran «buena pasta», no necesariamente tienen por que ser héroes o heroínas, pero sí evidencian que han decidido desempeñar su papel en la sociedad, de forma coherente con la vocación del servicio que representa el trabajo que desempeñan.
Así nos hemos encontrado que durante el temporal de frío y nieve Filomena, todos los días y con la naturalidad que solo brota de las personas que «están bien cuajadas», un ejército generoso ha abastecido nuestras casas, una por una, de productos y servicios de primera necesidad: el pan, el correo, los transportes de los niños a los colegios, los combustibles, los medicamentos, la luz, etc… y gracias ha ellos la vida en el pueblo ha sido SOSTENIBLE.
Daba igual que dentro del casco urbano no se hubieran limpiado los accesos, ni echado sal, o pasado la cuchilla del pueblo y que las calles estuvieran hechas una pista de patinaje. Allí dónde había que dar un servicio, iban y lo solucionaban…»si no puedo subir con la furgoneta, os lo acerco a pie«…
Ya lo decían los antiguos:
“...Serviçio en el bueno
non muere nin pereçe;
Si se tarda, non se pierde:
el amor non falleçe,
El grand trabajo siempre
todas las cosas vençe…«
JUAN RUIZ o arcipreste de Hita,
1283-1350.
Por que no habéis dado importancia a lo realizado, sino por que simplemente lo habéis hecho posible de forma anónima, TRITIUM AUTRIGONUM os dice:
¡GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS!