Cinco meses después del último Pleno, en el de ayer el alcalde informó que Sanidad ha reducido el horario de atención del consultorio médico, hay menos cartillas sanitarias en el pueblo.
Desde la Asociación Vecinal, llevamos mucho tiempo avisando que la prestación de los servicios que debe y puede prestar el Ayuntamiento está teniendo una directa influencia sobre la evolución poblacional del municipio.
No hay más que ver la siguiente gráfica para comprobar cual es la tendencia, especialmente desde el año 2004 coincidiendo el último periodo de Alcaldía. Como se observa, la población sólo ha subido un poco en años electorales, para posteriormente seguir su tendencia a la baja. Ahora somos aproximadamente 165 vecinos.
Puede ser una casualidad o no, pero lo que es evidente es que durante décadas el Ayuntamiento ha mirado para otro lado en lo que concierne a atraer población al pueblo. Incluso cuando en la anterior legislatura se trató este asunto en un Pleno, pudisteis escuchar la consideración mayoritaria del mismo hacia quienes sí mostraron dicha preocupación:
¿…Pero es que el Ayuntamiento también va a tener culpa en esto…?
El Ayuntamiento ha iniciado en los últimos años dos veces la revisión de las normas urbanísticas y siguen paralizadas, a pesar que son fundamentales para animar a que los jóvenes pudieran haber dado el paso de construir una vivienda en el pueblo. La cantina municipal está cerrada, el polideportivo municipal abandonado y sirviendo de cobijo a las palomas, la caja de ahorros se ha ido y no se ha dejado ningún servicio de cajero automático, ni tiendas, ni panadería, ni taller de reparaciones agrícolas, ni bares. El centro social municipal con sus ordenadores, ni se sabe como funciona, si es que funciona ya, se han arreglado calles con adoquines y no se han tenido en cuenta las canalizaciones para la fibra óptica, ¿para qué?, si no existe ni se oye que se la espere…, el punto de recarga eléctrica para vehículos que ya existe en otros pueblos… ¿alguien ha oído hablar de él aquí? Las laderas del campo de fútbol hundiéndose, los dos barrios separados al no querer unirlos mediante aceras, sin badenes reductores de velocidad en los tramos urbanos…
¿A QUIÉN PUEDE ATRAER ESTA PERSPECTIVA PARA VENIR A VIVIR A UN PUEBLO?
Eso sí, todos los años el mismo grupo de música y el «subidón» de dos días de fiesta. ¿Cuántos millones se han gastado en fiestas en los últimos 18 años? ¿De qué tipo de fiestas os acordáis más? ¿De las que se hacían participando los vecinos, poniendo cada uno algo de lo suyo, o de las actuales?
¡Y AHORA, SEÑOR ALCALDE! …
¿Vienen los lamentos por que reducen el horario del centro de salud y por que no cuentan con nosotros?
¿Por qué no se escucharon los ruegos de la Asociación Vecinal para que se colaborara desde el Ayuntamiento con los sanitarios que estaban en España en el frente de batalla durante los días más duros de la pandemia? ¿Se contestó siquiera a la Asociación?
¿Por qué al finalizar el Pleno de ayer usted NEGÓ POR TRES VECES que los asistentes pudieran manifestar a los ediles sus preocupaciones con respecto a la vida en el pueblo?
¿Por qué los concejales acataron las tres negativas del alcalde, sin chistar?
«¡Dichoso el que no mira
del altivo señor las altas casas,
ni de mirar se admira
fuertes colunas oprimiendo basas,
en las soberbias puertas,
a la lisonja eternamente abiertas!
Los altos frontispicios,
con el noble blasón de sus pasados,
los bélicos oficios,
de timbres y banderas coronados,
desprecia y tiene en menos
que en el campo los olmos, de hojas llenos.
Ni sufre al confiado
en quien puede morir, y que al fin muere,
ni humilde al levantado
con vanas sumisiones le prefiere,
sin ver que no hay coluna
segura en las mudanzas de fortuna.
Ni va sin luz delante
del señor poderoso, que atropella
sus fuerzas arrogante,
pues es mejor de noche ser estrella,
que por la compañía
del sol dorado no lucir de día.»
LOPE DE VEGA CARPIO.