Desde la Asociación Vecinal se echa en falta que nuestro poder municipal haga un poco de ruido mediático en defensa de los vecinos que producen nuestros alimentos.
¡NO SE COMPRENDE!
ES UN MILAGRO QUE LAS ESTANTERÍAS ESTÉN TODOS LOS DÍAS LLENAS.
Recientemente nos ha sacudido a todos una noticia del Diario de Burgos que, quizás, muchos pensaban que pertenecía al pasado. La puedes consultar en el siguiente enlace.
No es el primer ganadero del pueblo que sufre este tipo de situaciones. Que los vecinos de nuestro pueblo tengan miedo y sientan inseguridad, se merecería algún tipo de declaración pública.
¡UN POCO DE EMPATÍA, POR FAVOR!
Hubo un tiempo en España en que independientemente de la posición de poder, los unos hablaban con los otros para conseguir un BIEN COMÚN. En la siguiente entrevista de radio puedes comprobar un ejemplo de esto mismo cuando el Doctor Félix Rodríguez de la Fuente departe públicamente con un pastor cántabro.
Conversación de un «médico» con un pastor.
Pero para que eso sea posible en nuestro pueblo, habría que tener la puerta del Ayuntamiento abierta a los vecinos, como lo ha estado siempre hasta que el poder municipal ha decidido cerrarla.
Y CLARO…,
… ESO ES HARINA DE OTRO COSTAL.
Sirva al menos para aquellos que sufren, este sencillo homenaje de TRITIUM AUTRIGONUM:
«En la provinçia de Andalucía ay una montaña muy famosa por muchedumbre de árboles, i espantosa por espesura; una parte della, que sube por los collados i altura de la sierra, es mucho poblada de alcornoques i ençinas i abietos i antiguos robles. Et en la parte que deçiende a lo llano, porque es húmeda y abondosa de fuentes perenales, ay iunto a los arroyos muy muchos povos, i otros árboles que se gozan estar çerca del agua. Allí ay azeres, allí mimbreras y muchos otros sombríos de diversas ramas. Por medio desta montaña pasa un río que los moradores de aquella tierra llaman Bembéçar, el qual no lexos dende entra en Guadalquivir que corre por la llanura. Pero asý en la parte que es más dentro fazia la sierra, como en la más cercana al río de Guadalquivir, ay espesuras de arrayhanes i azebuches, que siempre están verdes, entremezcladas palmas baxuelas. Asý que los lobos, puercos, gamas, çiervos y ossos tienen en toda parte de la montaña logar seguro donde pueden estar. Mas quando los lobos, con trabaio de fanbre buscan manera de robar oveias, desçienden a las praderías que están en lo llano, donde los pastores traen paçiendo sus rebaños, que les son puestos en guarda, asý por temor de acechanzas, como porque allí fallan meiores pasturas».
ALFONSO DE FALENCIA, 1457.