… POR PRESUNTO ROBO.
Lo puedes leer más abajo, extractado del Diario de Burgos del pasado 20 de marzo.
El edificio de la cantina fue antes cuartelillo. ¿Te acuerdas?
¡TANTOS AÑOS DE SERVICIO…!
PERO HOY…
¿QUÉ PASA CON LA CANTINA DE MONASTERIO DE RODILLA?
Una vez más, ante el empecinamiento de nuestro Ayuntamiento en NO cumplir con su obligación de atender las solicitudes que le formulan los vecinos en ASUNTOS QUE AFECTAN A TODO EL PUEBLO, tuvo que intervenir el Procurador del Común.
¿SABES LO QUE RESOLVIÓ?:
– «Que facilite respuesta expresa al escrito presentado por la representación de la Asociación Tritium Autrigonum, en cumplimiento la obligación de dar respuesta a las solicitudes que formulen los administrados, según establece el artículo 21 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
– Se insta a que en lo sucesivo cumpla la obligación de auxiliar al Procurador del Común en sus investigaciones en los términos exigidos por los artículos 3.1 y 16 de la Ley 2/1994, de 9 de marzo».
Publicado en la página web de la Institución:
Si os habéis acordado del cuartelillo antiguo, también os acordaréis de la MILI, verdad?
CUANDO HACE NO TANTO SE DECÍA: NO HAY QUINTO MALO…
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¿AGUARDAMOS RESPUESTA?
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«Era una prueba más de lo que podíamos fiar en aquel vecindario, tan reservado cuando pudo advertirnos y tan comunicativo después, cuando creía con la novedad mortificarnos.
El día de San Juan tuvimos ya que anotar un mal presagio. Desde mucho tiempo antes había dos individuos metidos en la cárcel. Incendiada ésta cuando los primeros acontecimientos de Octubre, fue necesario trasladarlos al Tribunal, nombre que dan allí a la Casa Ayuntamiento, y en él permanecían cumpliendo su condena o esperando la resolución de la causa. Ignoro cuales pudieran ser las faltas o delitos que habían motivado el encierro, no serían muy graves, pero uno y otro eran naturales del país, hallábanse detenidos por nosotros, y a pesar de las ocasiones presentadas, el hecho es que sus compatricios no los habían libertado. Merece repararse…»
SATURNINO MARTÍN CEREZO (1898).