Convivencia significa vivir con alguien, y no contra alguien.
Etimológicamente viene del latín “convivere” = acción de convivir, y convivir significa :
-vivir en compañía de otros
-la capacidad de sociabilidad y el respeto para compartir en comunidad
-coexistencia pacífica y armoniosa de grupos humanos en el mismo espacio.
Hace mucho tiempo que pensaba en escribir sobre esto y los últimos acontecimientos han hecho que me decidiera a hacerlo.
Resulta paradójico que cuando alguien, sea nacido en el pueblo o no, decide aportar su grano de arena para mejorar las cosas, se malinterprete o tergiverse sus intenciones debido a que hay un sustrato de historias pasadas que son el caldo de cultivo para que la convivencia entre los vecinos sea difícil y eso es lamentable.
Monasterio de Rodilla es un hermoso pueblo (esa es mi opinión) y es una lástima que actualmente sea más noticiable por salir en los medios de comunicación por noticias negativas (exceptuando la repercusión y notoriedad que tiene el hecho de que un adolescente de 15 años, ahora 16, demostrara su interés por la meteorología), que por noticias positivas.
Ahora que tanto se habla de la España Despoblada, teníamos y todavía tenemos una buena oportunidad para abrirnos a la gente de fuera del pueblo y ofrecerles un lugar excepcional para vivir y trabajar. En este mundo de la globalización, es ilógico que todavía tengamos una mentalidad que parece más propia de los tiempos en que “el castillo” de Monasterio de Rodilla estaba en su pleno apogeo, que de los tiempos actuales.
Sé que la situación creada es difícil de revertir, “imposible”, me dijo alguien, pero yo soy optimista y aunque estoy de acuerdo en que no es fácil, todavía creo en la capacidad del ser humano y de su sentido común para hacer las cosas bien, por ello me sorprende que por ejemplo la megalomanía de un tal Putin, en pleno siglo XXI, intente solucionar las cosas por la violencia como la guerra de Ucrania.
Creyendo en la esperanza, aspiro a que limando asperezas y deseando que haya igualdad entre todos los vecinos y barrios, la convivencia sea una realidad en Monasterio de Rodilla.
José Luis Arraya.