Debido a la pasada publicación del día 22 de mayo de 2022, que puedes consultar pinchando en el siguiente enlace, la Asociación Vecinal ha recibido numerosas muestras de empatía con la cuestión que está denunciando. También se han recibido más casos o fotografías consecuencia de la insatisfacción que lleva aparejada la forma de actuar del poder municipal que actualmente nos representa.
¿PARA QUÉ VAMOS A CUIDARLO NOSOTROS, SI YA LO HACEN EN TODOS LOS PUEBLOS QUE NOS RODEAN?
Puesto que nos habéis insistido en que «una foto vale más que mil palabras», ahí va un nuevo ejemplo de un pueblo próximo al nuestro. Piedrahíta de Juarros es una pedanía del Ayuntamiento de Santa María del Invierno, tiene mucha menos población y presupuesto que Monasterio de Rodilla pero, por lo visto, o son más ricos o tienen más sensibilidad para con su entorno urbano y mucha más responsabilidad para con la seguridad de los más pequeños.
Habida cuenta de que, a raíz de la publicación que la Asociación Vecinal hizo el pasado 22 de mayo, se ha visto por los jardines del pueblo que alguien del Ayuntamiento estaba supervisando aspersores y programando los riegos; se espera que al menos esta última imagen sirva para que se lo tomen más enserio y estos se pongan bien…
¡EN TODA SU SUPERFICIE Y CON ADECUADA PROGRAMACIÓN!
Y qué decir de los deteriorados alambres que se observan en primer término en la imagen anterior, sin ningún tipo de mantenimiento, que se encuentran a la altura del cuello de los más pequeños…
Como puedes comprobar en el siguiente enlace…
GOTA A GOTA, HASTA EL MAR SE AGOTA.
¡NO SERÁ POR FALTA DE AVISOS!
Ya que todo lo relacionado con estos asuntos se lleva arrastrando desde hace casi veinte años y ha generado mucha controversia en el pueblo, se ha encontrado como muestra lo que ya hizo público el Ayuntamiento en el año 2016:
«… La Concejala Doña Asunción Gutiérrez indica que hay pagos al Alcalde por unos trabajos que hizo para instalar aspersores, así como arreglos que tuvo que hacer por la noche.
El Alcalde señala que eso es un pago que cobro él pero que se pagó a David Gutiérrez Vadillo y así costa en el recibo de la contabilidad.
La Concejala Doña Elena Ladra Laguna, indica que ese recibo a David Gutiérrez no constaba cuando se vieron las cuentas y las facturas en Marzo de 2016.
El Alcalde le responde que sí está, pues se realizó el recibo y se incorporó a la Contabilidad.
El Concejal Don Elías Pascual, señala que con relación al pago de los aspersores que dice el Alcalde que se hizo a David, se incorporó al expediente el recibí. Falta lo de los aspersores, lo del cochino….
Pregunta ¿a quién se ha pagado lo de los aspersores?
El Alcalde le responde que se le dio a él un cheque para pagar a David. Indica que se pagó a David Gutiérrez y existe un recibí por él firmado.
El Concejal Don Elías Pascual, le dice que según la contabilidad el dinero lo ha cobrado el Señor Alcalde y que él no sabe quién lo ha recibido. Pide el ticket de compra de los aspersores, pues pone que también se abona por la compra, viajes e instalación.
El Concejal le dice que no existe ningún documento que acredite que has pagado a David Gutiérrez como él dice. Faltaban tres facturas o tickets cuando pudieron revisar la contabilidad en Marzo de 2016, la de los Aspersores, la del Cochino y la de su padre. Le vuelve a indicar al Alcalde que lo de David es falso y se ha manipulado la contabilidad.
El Alcalde le responde que se han incorporado después a la contabilidad la factura o el recibí, que se lo entrego al anterior Secretario cuando él tuvo todo, y está en la contabilidad.
Le insiste el Concejal que por tanto él ha manipulado la contabilidad, porque ninguno de los Concejales tiene llave del Ayuntamiento.
La Concejala Doña Asunción Gutiérrez indica que ella aportó después al Alcalde el documento un recibo de entrega del señor que vendió el cochino, pues no se lo había dado.
El Concejal Don Elías Pascual pregunta que si era una factura.
Le responde que era un documento que ponía que vendía un cochino por tanto dinero. El Concejal la responde que eso no vale, que los animales no caen del cielo, y que ese señor tenía que emitir factura.
Se explica por la Secretaria Interventora que, si se estiman las alegaciones a la Cuenta General 2015 que no es más que el reflejo fiel de la contabilidad los gastos e ingresos producidos, no se aprobaría la Cuenta General del 2015 y así se haría constar al Consejo de Cuentas, lo que supone no enviar las mismas, ni las alegaciones presentadas y eso podría conllevar que se perdieran ayudas o participación en los tributos del Estado. Si se desestiman pues como se indica en el informe las alegaciones presentadas no tienen que ver nada con la aprobación de la Cuenta General y exceden de la misma se aprobaría la Cuenta General del 2015, se enviará al Consejo de Cuentas la misma junto con las alegaciones con mención en observaciones por la Secretaria Interventora que tomo posesión el día 5 de julio de 2016, de que existen alegaciones que pueden ser objeto de revisión o control por el Consejo de Cuentas…«
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«Siempre las cuentas han sido asuntos muy enredados a pesar de que se hacen con números: júzguese si cabe entender bien las del Coloniaje. En efecto, en el mismo expediente, los rematantes de los propios se obligaban también a pagar: trescientos pesos al síndico mayordomo del cabildo, -veinte y siete pasos redito de un principal que reconoce la Ciudad a favor del Real Hospital del Señor San Borja; Quince para el Aseo, Sera, Vino y ostias de la Capilla de la Carsel; y cien pesos también anuales que reconoce la Ciudad a favor del Monasterio de Religiosas Agustinas-…
Conste también que en ninguna de las partidas hasta aquí anotadas, figuran los enormes gastos que hacía la ciudad en la recepción de los nuevos gobernadores. Todo lo cual demuestra el gran enredo de la madeja financiera de los cabildos…
Pero hay más. Ni con los propios ayuntamientos, a veces sabían cuáles eran sus rentas, como se ve en el ya citado informe sobre propios y arbitrios de Coquimbo, verdadero símbolo de la desidia capitular. Efectivamente, dice ahí el Procurador de ciudad que –desde luego se presentaron las dificultades de no encontrar de pronto en el Archivo los Documentos necesarios ni para lexitimar con ellos las rentas actuales de la Ciudad, ni para aspirar a otros Derechos que pudieran pertenecerle; viéndose en este caso obligado el Procurador General a emprender un trabajo laborioso, penoso y dilatado, qual es el reconocimiento de todo el Archivo-«.
JULIO ALEMPARTE ROBLES.